Imagínate que ya has conseguido que el propietario acceda a que te reúnas con él para conocer su vivienda. ¿Ahora qué?
El siguiente paso es vital. En esa reunión deberás convencerle con una primera impresión y con tu capacidad de oratoria persuasiva para que te deje su propiedad en gestión.
Ojo, que no estamos hablando de tonterías. Le pedirás las llaves de la casa para poder enseñarla. Está dándote una de las mayores inversiones que ha realizado nunca. Se necesita mucha confianza.